miércoles, 5 de noviembre de 2014

Supersuckers - Get the Hell (2014)



Era en abril y en la terraza, con la idea fija en una decisión irrevocable, pelaron la superficie de todo lo que estaba por ahí, desordenado. Al caminar por esa terraza, durante dos minutos o más, daba la sensación de trasladarse por una superficie que se hacía cada vez más curva, como un huevo o una cabeza.
El ritmo tibio en una cacerola de esa pasta rosada que revuelven, revuelven y revuelven, no cesa ¿Será algún azucar acaramelado con colorante, chicle en estado puro o tal vez helado?
Mimí y su chiquito, en el piso de abajo, danzaban. Cada vez más alto, el volumen de esa melodía balcánica, se va decantando en su cabeza como un leit motiv, que ya por segunda vez sugiere algo que está por venir, algo que crece y se desarrolla.
Ella lo deja dentro, que juegue por ahí, donde guste. Sale a la calle a encargarse de unos recados cuando algo le quita de un plumazo esos pensamientos empalagosos de mañanas en las que el sol se filtra a través de todas las pantallas "¿Qué pasa?" Se pregunta antes de que pueda reaccionar y un segundo después se da cuenta de que es...
Ese sonido, rápido y furioso, como un cupido motorizado, que la cachetea en la cara como un pingüino mentolado y llega para cortar de cuajo su "tufo mental a calles".

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