Finalmente, el proceso de trabajo de ese taller, dio lugar a "Si con hacerlo quedara hecho", obra cuyo elenco integré. De aquella directora con la que trabajamos para esa obra y a su vez, con quien me formé en mis primeros pasos como actor, recogí un aprendizaje fundamental sobre el proceso creativo que deriva en una obra con su temporada y sus funciones, que sostengo al día de hoy y de acá en más.
Y es que justamente una obra de teatro es un proceso constantemente "vivo", en el que función tras función, va creciendo, va tomando forma (a veces de manera no lineal, sino sinuosa), desde los más diversos puntos de vista. Se trata de que en el proceso de esa obra, "no se vean los hilos, ni se cristalice el desarrollo creativo".
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