miércoles, 12 de marzo de 2014

Pedro Aznar - No te mueras sin decirme a dónde vas - 1995


Cabeza dura. Ojo, te podes lastimar, no te vayas a resbalar y caer. Pero dicen que un tropezón no es caída. Las experiencias, las emociones, los vaivenes del afecto que buscan aplacar el ardoroso deseo, la ciega voluntad que fija su objetivo aceleradamente hacia el horizonte; todo eso pareciera transfigurarse en formas corpóreas que cada tanto te dan su aliento brumoso y cada tanto te lo quitan cuando más relajadamente disfrutabas de el dulce sabor que rozó tus labios.
Entre tanto, como un corazón delator de tantos suspiros soltados, flotando en el aire, es Pedro Aznar quien tiene algo que decir al respecto.
Por favor, cuando todo termine, cuando parezca que lo que se aparece ante los ojos era solo un agradable espejismo, un placebo inevitable, no te mueras sin decirme a dónde vas. Eso es lo único que quiero.

3 comentarios:

  1. No sabes lo agradecido que te estoy por compartir este hermoso disco... Lo busque tanto tiempo! Muchísimas gracias!

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